miércoles, 28 de octubre de 2009

Tal día como hoy...




Hace ya dos años que Tirana y yo decidimos usar nuestras horas laborales para abrir un blog donde pondríamos todas esas cosas que hasta entonces sólo formaban parte de nuestras charlas diarias.

Nuestros primeros lectores eran los pocos amigos a los que nos animamos a pasarles la dirección al blog (unas tres o cuatro personas), un día revisando las estadísticas encontramos visitas frecuentes desde la ciudad de Valencia y ninguna conocía a nadie allí. Esa persona fue nuestr@ primer@ lector@, seguimos sin conocer su identidad, pero si nos sigue leyendo, quiero darle las gracias.

Otras cosas que posiblemente no sepan sobre el blog son:

  • La mayoría de nuestros visitantes llegan bsucando información sobre el hambre en el Africa, fotos de Winston Vallenilla en traje de baño, más recientemente buscan pornografía sobre incestos y canciones infantiles.
  • Aparte de los venezolanos, los uruguayos son quienes más nos visitan (¡y nos leen!). Curiosamente, creo que ninguna persona de Uruguay ha comentado alguna vez un post.
  • De igual forma, varios de quienes aparecen como seguidores del blog, jamás han dejado un comentario.
  • Una vez recibimos una visita de algún lugar de África y recientemente una de Polonia, son los que han venido más de lejos.
  • Al comienzo, sólo unos cuatro amigos míos sabían que este blog existía y que lo escribíamos Tirana y yo. Después Tirana puso la dirección en su msn y se enteró todo el mundo. Empecé a preocuparme el día que una tía mía dejó un comentario...
En fin, gente. Espero que sigan viniendo por estos lados ¡y comenten, que nadie los va a morder si lo hacen!

Gracias a B.i.t.c.h, Karabá, Pili, Nuri, Loserr, El informal, Alejandra, Psique, Psyju, Jedimaster, Marko, Arcoiris, Explosiva, Olbap, Ricardo, Jon, Ferzvladimir, Marilyn, El espanto del Paka Paka, Ighighi, Hikari, Patita de perro, Samantha Agama, Mar, Bel, J.C, Xavier, Phnx, Amílcar, Edelweiss, Bruja, Jose, Chandra, Patto, El diablo Des, Camila, Fernandooo1, Verónica , Yara, Dsi, Iliana, Marianna, Cas, Pandora, Josepoeta, Dayimar, Yago, Carlos, a todos los anónimos que alguna vez pasaron por acá, a todos los que nos leen en silencio. Y por supuesto, a Héctor, corrector oficial de mis post y que hoy también está de cumpleaños.

Saludos a todos.





lunes, 5 de octubre de 2009

El juego de la silla

En la casa de un amigo hay un par de sillas para escritorio que me encantan, tienen un lindo diseño y son bastante cómodas. Casualmente, el sábado me topé con una tienda donde tenían exactamente las mismas sillas; como no tenía mucho qué hacer, decidí entrar a preguntar cuánto costaban.

El negocio era atendido por su propia dueña, así que fue ella quien me informó el costo del mueble: 6500 Bsf. Debo aclarar para los lectores de otros países que esto representa más de mil dólares al cambio no oficial. ¡Una silla!

Sabiendo que mi amigo había comprado las suyas no hace mucho tiempo y que él sería incapaz de pagar eso por una silla, llegué a la conclusión de que la comerciante me estaba queriendo estafar. Por lo que una vez que respondió mi pregunta, quise jugar un poco con ella:

MACGLOBIA
Humm... ¿6.500?
Y dígame, ¿hace algún descuento si compro varias?

COMERCIANTE
¿Más de una? ¿De cuántas estaríamos hablando?

MACGLOBIA
Necesito seis

COMERCIANTE
(con los ojos abiertos como un dos de oros)
¡¿Seis?!
¿Y para qué las quiere?

MACGLOBIA
Para una oficina, para el salón de conferencias.

COMERCIANTE
(Completamente convencida de que yo tengo que estar loca)
Bueno, para salas de conferencias tengo unas más económicas.

MACGLOBIA
Sí, sí, pero me gustan ésas, las de 6.500

COMERCIANTE
¿Dónde queda la oficina?

MACGLOBIA
En La Lagunita
(Una de las zonas más caras de la ciudad)
¿Tienen transporte hasta allá?

COMERCIANTE
Sí, sí, por supuesto.

MACGLOBIA
¿Tiene un catálogo que me pueda dar?

COMERCIANTE
Bueno, no tengo uno que le pueda dar para que se lo lleve, pero le puedo mostrar...

MACGLOBIA
(Con dramática cara de decepción)
Ah... no tiene catálogo...
¿Una tarjeta de la tienda, al menos?

COMERCIANTE
Bueno, tarjeta-tarjeta, no, pero le puedo dar un papelito con el número de la tienda.

MACGLOBIA
Sí, será...

La señora me entrega un trozo de papel con el nombre y teléfono de la tienda, yo lo guardo en un bolsillo y le digo que la estaré llamando en el transcurso de la semana. Finalmente salgo de la tienda con una sonrisa maligna.

Hoy consulté en mercadolibre.com los precios de las fulanas sillas y confirmé mis sospechas. Cuestan entre 1.500 y 2000 BsF. Me sigue pareciendo bastante plata para unas sillas, pero ni se acerca a lo que pretendía cobrarme aquella mujer.

Por otra parte, es totalmente lamentable que en una tienda donde la mercancía tiene esos precios desorbitantes, no tengan ni siquiera una tarjeta decente que entregarles a los clientes y ni hablar de los catálogos...

Sólo espero no tener que volver a entrar ese local jamás, porque no voy a poder aguantar la risa.







jueves, 1 de octubre de 2009

Hay un fantasma en mi casa


Yo nunca he sido de andar creyendo mucho en estas cosas, pero la verdad es que no hay otra explicación: Tengo un fantasma en mi casa. El problema de esto, no es el fantasma en sí; pues de ser un espectro común y corriente, supongo que arrastraría cadenas, tiraría mis libros al suelo o gritaría lamentos en el medio de la noche.

¡Pero no! Lo mío nunca es tan sencillo. Yo no puedo tener un espanto que haga sangrar las paredes, por ejemplo, sino que tengo uno que fuma marihuana. Así, tal cual, tengo un fantasma en mi casa que se dedica a fumar monte a diario.

Hace dos noches, estaba tranquilamente en mi habitación, cuando empiezo a sentir un aroma inconfundible. No sé por qué, a pesar de saberme sola, comienzo a revisar la casa. Lógicamente, no encontré un ladrón fumándose un porrito antes de proceder a desvalijarme, ni nada por el estilo. Así que luego de eso, actué con un poco más de sentido común y me asomé por la ventana para cerciorarme de que fuera algún vecino el autor del penetrante olor.

Nada, no había nadie en la calle y para colmo de males, afuera no huele . Es decir, sólo en mi habitación huele a marihuana ¡y yo ni siquiera tengo ventanas!

El episodio se está repitiendo en este momento, de idéntica manera. Realmente, no me molesta demasiado, el problema va a ser si los vecinos empiezan a quejarse; pues por ahora le ha dado por fumar en mi cuarto, pero si sale al balcón no sé que voy a hacer.

Por los momentos sólo se me ocurre buscar una ouija para contactarme con él e intentar convencerlo de que se cambie a la cocaína, que es mucho más discreta.