Siempre me ha molestado la gente que opina sin que nadie se lo haya pedido, especialmente si se trata de un vendedor a quien le estoy comprando alguna cosa. A ellos les digo: ¡Cállense! Están ganando dinero conmigo, así que no fastidien.
Un de estas situaciones me ocurrió hace un tiempo atrás cuando estaba en una panadería donde habitualmente me detenía a tomar café camino a mi casa. Se trata de un buen lugar, donde nunca va mucha gente y que atienden sus propios dueños: una pareja de portugueses de pocas palabras.
Así que yo llegaba, pedía mi café negro expreso que la dueña me despachaba con prontitud y me sentaba a fumar o a leer para después seguir a mi casa en paz. Pero uno de ésos días, no estaba el matrimonio lusitano, estaba El Tarado de la Panadería.
Apenas miré al nuevo empleado supe que las cosas no iban a ir bien. Primero se demoró en atenderme porque estaba muy ocupado hablando idioteces con uno de los clientes. Finalmente, cuando le pido el café negro, corto, El Tarado se me queda viendo y tiene la osadía de decirme: ¿Negro corto? ¿Eso es para ti?
Respiré profundo y respondí: Negro, corto. Sí es para mí. El tipo no se dio por vencido y siguió: Eso no puede ser para ti, eso será para tu papá o para tu abuelo. Ya perdiendo la paciencia, le contesté: ¿Me vas a dar el café o no?
Se volteó de mala gana para poner la cafetera, luego me dio el café y no dejaba de mirar a ver si yo era capaz de tomarlo o no. Entonces clavé mis ojos en él y me bebí el café hirviendo de un sorbo.
Por supuesto, el Tarado se quedó estupefacto y yo me quemé hasta el alma, pero valió la pena.
Un de estas situaciones me ocurrió hace un tiempo atrás cuando estaba en una panadería donde habitualmente me detenía a tomar café camino a mi casa. Se trata de un buen lugar, donde nunca va mucha gente y que atienden sus propios dueños: una pareja de portugueses de pocas palabras.
Así que yo llegaba, pedía mi café negro expreso que la dueña me despachaba con prontitud y me sentaba a fumar o a leer para después seguir a mi casa en paz. Pero uno de ésos días, no estaba el matrimonio lusitano, estaba El Tarado de la Panadería.
Apenas miré al nuevo empleado supe que las cosas no iban a ir bien. Primero se demoró en atenderme porque estaba muy ocupado hablando idioteces con uno de los clientes. Finalmente, cuando le pido el café negro, corto, El Tarado se me queda viendo y tiene la osadía de decirme: ¿Negro corto? ¿Eso es para ti?
Respiré profundo y respondí: Negro, corto. Sí es para mí. El tipo no se dio por vencido y siguió: Eso no puede ser para ti, eso será para tu papá o para tu abuelo. Ya perdiendo la paciencia, le contesté: ¿Me vas a dar el café o no?
Se volteó de mala gana para poner la cafetera, luego me dio el café y no dejaba de mirar a ver si yo era capaz de tomarlo o no. Entonces clavé mis ojos en él y me bebí el café hirviendo de un sorbo.
Por supuesto, el Tarado se quedó estupefacto y yo me quemé hasta el alma, pero valió la pena.
12 comentarios:
Yo de ti me le quejo a los portugueses por el impertinente de empleado que tienen, que encima de imbécil ni siquiera entiende tu respuesta en plan "limítate a hacer tu trabajo"...
Así es Maggie, hay que poner carácter.
Fíjate que me pasó lo mismo pero con la idiota de la cajera de la universidad,en ORE,cuando le pregunté que si la seleccion de materias estaría lista para el lunes,pero ella dijo "el sábado no abrimos",y yo le dije: ¡ESO ES OBVIO ESTÚPIDA,YO HE DICHO LUNES NO SÁBADO!
Nuri: Pues al tarado no lo volví a ver, supongo que los dueños recibieron quejas sobre el tipo y lo despidieron.
Ighigh: Veo que cumpliste tu palabra de leer apenas llegaras =P
Jedimaster: Seguramente esa cajera es de esos animales que no escuchan lo que se les pregunta y entienden lo que les da la gana.
Saludos a los tres.
jajajaj... Da risa tu relato y colera la experiencia cn gente de esa!
Hasta senti dolor de imaginarme el sorbo de cafe hirviendo en mi boquita!
Bueno, yo por acá deseandote una
Feliz Navidad, Macglobia.
No te salgas de la dieta y, sí, ya sé que no mueves el bote al son de "Amparito" pero lo puedes mover al son de "Yo no olvido el año viejo porque me ha dejado cosas muy buenas, me dejó: Una quemadita de boca, un corte de cabello nuevo, muchos tarados en mi camino, reencuentros y elecciones envueltas En-mienda, ¡OH YES!"
Saluditos,
Mar.
Sky: Saludos y gracias por la visita. Como digo en el post, valió la pena haberse quemado hasta el alma sólo para verle la cara al tarado ese.
Mar: Jajajaja, feliz navidad para ti también. Espero que nos sigas visitando en el 2.009. Saludos y que lo pases bien =)
Que relato tan patético.Pero más patéticos son todos ustedes.
¡Mira cuánta importancia tienes en sus vidas la opinión de un modesto panadero!
Si lo corrieron, creo que salió ganado él.
Ja, ¿Mostrar carácter es quemarse el hociquito?¿Por algo que provienen del diálogo interno de alguien con baja autoestima?
Muy pretenciosos el título de tu blog, estoy seguro que las paredes tienen cosas más edificantes de que hablar.
Anónimo: Tienes razón, mil perdones por no mostrar carácter en la forma que lo haces tú: dejando un comentario anónimo y mal redactado en un blog que consideras pretencioso y patético.
Que pases feliz año nuevo y sigue visitando nuestro blog.
jajaja
Me alegraste el día, creo que duele que le digan a uno sus verdades.
Mi dirección: cenapo@yahoo.com.mx pero ni te molestes, me da miedo que se me pegue algo de tu elegante estilo.
Por otra parte, me pregunto si cuando le dices tarado a alguien (v.g. el panadero) muestras el mismo caracter que yo con mi anterior anónimo.
Por lo que respecta a tu blog, por supuesto que lo seguiré visitando lo necesitas. Con cinco visitantes creo que hasta podrías llevarte un premio. (Aunque no creo que sea por insultar panaderos o cajeras de alguna universidad)
Mis días son muy felices, yo deseo que pases días tan o más felices que los mìos.
Sí, sí, como tú digas. Yo a los paranoicos que hablan con las paredes les sigo la corriente.
PD: Lo bueno de tener pocas visitas es que sé exactamente qué buscaba la gente en Google cuando viene a parar a nuestro blog.
Que te mejores pronto de tu enfermedad, salud.
JAJAJAJA
Soy la pared de enfrente, nunca he sido un cibernauta.
Adiós.
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