lunes, 14 de abril de 2008

Más gente insoportable (II)

Como de costumbre, cada día encuentro más personas cuyo objetivo de vida pareciera ser molestar a los demás. Por tanto continuaré con el listado que había iniciado acá

Los enfermos que me enferman: Existen ciertos individuos que suelen padecer las más extrañas y desagradables enfermedades, las cuales generalmente viven en sus respectivas mentes. Cualquier conversación con ellos es traumática ya que se dedican a darte los más escabrosos detalles acerca de sus males; especialmente si la charla transcurre a la hora de comer, te dicen: Entonces el doctor me metió una aguja así de grande por el ojo y empezó a salirme un líquido verde. Y uno, por supuesto, no puede seguir almorzando en paz y maldice mil veces el momento en que preguntamos al sujeto que cómo estaba.
Dentro de esta misma categoría se encuentra una subespecie aún peor: Los que quieren enfermarnos. A esta gente, no se le puede decir algo tan simple como "me duele la cabeza" o "tengo gripe", pues enseguida se encargarán de darte su diabólico diagnóstico: Tienes que ir al médico, fíjate que a mi sobrino, que tiene tu edad; también le dolía la cabeza y resultó ser un tumor cerebral enorme que lo mató a las dos semanas.

Los que me llaman por teléfono antes del mediodía: Yo puedo atender una llamada sin ningún problema a la medianoche, incluso alguna vez he contestado el teléfono en la madrugada sin mucho disgusto; pero eso sí: NO me llamen en la mañana.
Durante la semana, me fastidia, porque o estoy trabajando o estoy yendo a la oficina y responder una llamada que no tiene un motivo concreto me quita tiempo. Los sábados y domingos, en cambio, trato de descansar en la mañana; ya que mis vecinos no permiten que nadie duerma por las noches.
A mí no me interesa que te hayas despertado un domingo a las 6 am. Si no se ha muerto alguien, no me llames.

Los que piensan que soy el 113: No, no soy el maldito número de información. Si quieres saber el teléfono de la Cinemateca Nacional o el de la panadería de la esquina, no me llames a mí, marca el 113 y pregunta al operador de turno. La compañía telefónica, cada año, nos regala además un lindo libraco amarillo donde están los números de comercios e instituciones, úsalo o métete en Google.

Los que creen que soy un quiosco: Vamos a aclarar algo, no existe ninguna razón lógica por la cual yo cargue chicles , caramelos o chocolates en mis bolsillos. Si quieres o "necesitas" comer alguna de estas cosas, vete a un comercio y paga por ellas. No logro entender por qué no pasa un día sin que alguien me pregunte: ¿Tienes un caramelito? Es que me provoca algo dulce.

Los fumadores que no fuman: Señores, la gente tiene que estar clara en la vida: O fuma o no fuma. Siempre me ha reventado la gente que es "fumadora social" porque eso significa una sola cosa: Que fuman compulsivamente pero sólo los cigarrillos ajenos. No se trata de ser egoísta, ojo, a mí no me importa compartir tabaco con algún familiar o amigo cercano, pero que cada dos segundos venga una idiota que ni sabe cómo me llamo a pedirme que le regale un cigarrillo porque ella sólo fuma en las fiestas me hace llegar al extremo del descaro y responderle: No fumo mientras le echo el humo en la cara.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola yo soy amapola de intermaniacos la que te recomendo las obras de teatro de arlt ...
jajjja
me gusto mucho eso que escribiste fue muy divertido leerloy aparte por que es verdad...
bueno espero que andes bien...
si quieres entra a mi sitio:
http://llevameatuvera.blogspot.com
un beso y saluditos!
amapola ♥

Macglobia dijo...

Jejeje, gracias por el comentario, Amapola.Voy a visitar tu blog, saludos.