miércoles, 19 de diciembre de 2007
La gente y los "lugares comunes" de la muerte
(1) Ante la muerte de algún conocido, no falta quienes rebuznan lo siguiente "bicho, yo no voy a ir al velorio / entierro porque a mi no me gustan esas cosas" (???????), Triple retrasado mental, y tu acaso piensas que el resto de las personas allí le encantan esos eventos??? Acaso la madre, padre, hermanos, espos@s, amigos están jugando dominó y tomando curda sobre la urna? A nadie le gustan esos eventos!!! Ni siquiera a los del mito urbano que en Caracas van a las funerarias en la madrugada a tomar sopa... a ellos les gusta la sopa (y probablemente el café para la pea), pero no el evento en sí. Pónganse serios A NADIE LE GUSTA IR A UN VELORIO / ENTIERRO, pero es lo mínimo que pueden hacer por alguien que dicen haber querido o al menos estimado.
(2) Se muere alguien, y no falta quien maúlla "awwww, es que no voy a llamar a menganito, porque yo no sé que decir en estos momentos y soy terrible dando el pésame"... A mis estimados que dicen esto, les informo que en la universidad tomé un curso avanzado de comunicación efectiva mención pésames (????) DE BOLAS QUE ERES TERRIBLE DANDO EL PESAME!!! Que decir en un momento tan apestoso como la muerte de alguien???? Pero si llamabas millones de veces borracho a las 3 de la mañana, y por cualquier mariquera a cualquier hora, lo menos que esa gente se merece es recibir una llamada tuya. Créeme nadie recordará que dijiste, pero si quienes tuvieron las bolas de darte su apoyo, aunque fuera diciendo algo inapropiado.
(3) Por último, siempre está el que grazna "bueno, estaba sufriendo mucho, ahora descansó"... CABRON! No se te ocurre que capaz el/ella hubiera preferido seguir sufriendo, pero viv@???? Y claro, no asevero esto, no se que pasa en la mente de cada uno, pero tomar como consuelo que su sufrimiento paró solo me parece un mediocre y triste intento de justificar lo injustificable. Y exactamente como saben que descansó o su sufrimiento paró??? No conozco al primero que haya regresado diciendo que morirse es una mantequillita, y que está mejor muerto que vivo.
Cuando me muera (que será inevitable), no digan estas estupideces... Si les importé, háganlo saber a los demás, vayan al velorio y permítanse llorar... ahhh... y asegúrense que en el entierro suene "One More Time" de Daft Punk... es lo único que pido.
viernes, 30 de noviembre de 2007
Odio los grupos grandes
Es que por alguna extraña razón las mayorías son un asco a la hora de tomar una decisión, digamos: De un grupo de cinco, uno quiere comer pasta, otro una hamburguesa, otro pollo en brasas, a otro le da lo mismo comer cualquier cosa (mientras que no sea pasta, hamburguesa o pollo en brasas, eso sí) . El quinto elemento, recomendará de pronto un lugar (que nunca está muy seguro donde queda, pero siempre es sumamente lejos de donde se encuentran) donde preparan unas empanadas muy buenas, enseguida (más por cansancio y hambre que por verdadero convencimiento) alguno apoyará su decisión y por inercia se sumarán todos menos uno (el único con cerebro) que presentará alegatos lógicos como el tráfico, la distancia y "por qué no nos decidimos por alguno de los 2562562 restaurantes que tenemos a menos de dos cuadras".
Por supuesto que nadie escuchará las razones del disidente y se dirigirán a recorrer una o dos horas de camino hasta la fulana venta de empanadas, como el dueño de semejante propuesta no recuerda bien la dirección, terminarán metidos en un tráfico brutal, encontrarán calles cerradas por obras o por protestas; también es posible que si van a pie o en varios autos, alguno se pierda y haya que llamarle al celular (que no contesta) o detenerse a esperarlo hasta que aparezca. Finalmente ocurrirán dos cosas: 1) No ubican el lugar o está cerrado cuando llegan o 2) Lo encuentran.
En el caso de conseguirlo, la situación se torna más desesperante aún: Deberán esperar al menos media hora porque hay demasiada gente y habrán de hacer una fila enorme para pedir o para lograr tener una mesa. Después de esto, como es normal, los encargados tardarán mil horas en atenderlos y mil más en llevarles la comida. Por regla general, las empanadas serán incomibles: estarán viejas y recalentadas y su precio será absolutamente exagerado. El disidente comerá media empanada tragada a juro (y para ñapa le mirarán el plato) acompañada por un jugo de melón desabrido (al disidente no le gusta el melón, pero no había mas nada que tomar); mientras que el responsable de estar allí come diez empanadas y cuatro jugos (también tragados a juro, pero para no dar su brazo a torcer).
A la hora de pagar, el monto total desconcierta a todos pero se decide dividirlo entre los cinco, así que el disidente acaba pagando la empanada más cara de la historia, o mejor dicho la media empanada más cara de la historia y cuando salen de allí ya es hora de cenar.
miércoles, 21 de noviembre de 2007
Las palabras y frases más odiosas para mí (II)
"¡Eso es caca!": Frase utilizada para decirle a un niño pequeño que algo no se toca (generalmente la dice la madre o la abuela mientras le golpean la mano al pobre), me molesta sobremanera la gente que le habla a los chicos como si fuesen estúpidos o tuviesen alguna dificultad congénita para entender el castellano, además de lo ridícula que se ve una persona adulta diciendo tal cosa. ¿No es mejor decir simplemente "no" o "no toques eso"?
"Guauguau": Siguiendo la misma línea de lo mencionado anteriormente. Es normal que un niño que está aprendiendo a hablar use palabras inventadas o no pronuncie ciertas letras, lo que definitivamente no es normal es que un adulto enseñe a un niño a hablar mal. Es decir, por qué demonios forzar a un niño a decir una palabra que no sólo no existe, sino que además es más compleja de aprender que la palabra perro, es decir, la correcta.
"No hay mal que por bien no venga": Este refrán siempre me molestó por su falsedad. Pongamos un ejemplo: A alguien le da una enfermedad terminal ¿qué tiene eso de bueno? ¿qué beneficio le puede traer a quien la padece o a quienes le rodean?
"Te quiero como una amiga", "seamos amigos" y todas sus variantes: Sencillamente lo peor; prefiero que me menten la madre, la abuela, la tía, la mascota y hasta la vecina en lugar de tener que escuchar esto. Si alguno de los que me está leyendo ahora estaba pensando en decirme tal cosa, le recomiendo que lo medite mejor, ya que por menos de esto soy capaz de pagar un sicario.
Fulano de Tal "somos todos": No me vengan con eso, ¿a mí alguien me consultó si quería ser un gordo horroroso con pinta de vagabundo? ¿A cuenta de qué tengo la obligación moral de identificarme con un@ señor@ que ni conozco?, a la gente que dice esto, les respondo: ¡Más Fulano de Tal será tu abuela!
Un día en la oficina...
- No piensen que esto fue escogido "como anillo" o sea "a dedo".
- ¡¡¡Esto ha sido así desde que tengo razón de ser!!! (¿Te referirás acaso al uso de razón?, tal vez tus padres me lo puedan aclarar)
- No es el momento de "alocurar" (elucubrar/alocurar, potato/potato).
- Mi persona fue a la reunión- ayer mi persona entregó el informe- porque mi persona...( mi persona, tú, él, ella, nosotros, vosotros, ustedes).
- ¿Tienes listos los informenes? (obvio plural del informen en la lengua de los animalen).
PD: Realmente fueron varios días.
martes, 20 de noviembre de 2007
El plato navideño
Y no es tanto porque no me guste la comida; o sea, si en mi trabajo dijeran "Mañana hay el festival de la creppe de nuttela" créanme que NO haría una hora de cola para comerme una estúpida creppe que puedo comerme más cómodamente en otro lado, o hacerla yo misma en mi casa.
Feliz Navidad y que les aprovechen sus hallacas.
Gente que me cae mal (II)
Yo personalmente veo a la gente metida como poco inteligente, inculta, maleducada y montuna.
Y lo que más me molesta es que me digan cosas que obviamente ya sé que tengo qué hacer pero simplemente no me da la gana. Por ejemplo:
- La señora que me manda a amarrarme los zapatos, no porque le importe si me caigo o no, sino porque el hecho de no decirme no la va a dejar vivir en paz.
- El tipo que se me queda viendo cuando me estoy estacionando y me hace indicaciones porque cree que sin su ayuda voy a ser incapaz de entrar en el puesto.
- La vieja TOTALMENTE DESCONOCIDA que me señala a mi bebé y me dice que lo limpie porque está babeado, entre otros comentarios de cosas que igualmente no le importan, como que lo enderece en el coche, le saque el dedo de la boca, le quite el chupón o cualquier otra estupidez que se le ocurra en el momento.
Púdranse tod@s.
martes, 13 de noviembre de 2007
Nostalgia por el hombre Electrolux
Aunque el comercial que aquí comento data más o menos de 1.985, el Electrolux empezó a tocar la puerta de mi casa a finales de los noventa y continuó haciéndolo hasta hace un par de años. Siempre venía a la misma hora, tocaba el intercomunicador una sóla vez (sin el menor parecido con el psicópata obsesivo del comercial) y se limitaba a responder "Electrolux" cuando se le preguntaba quién era.
Cuando sonaba el timbre a las 10:00 am, yo atendía aún sabiendo que se trataba de él y con plena consciencia de que no le compraría nada; él seguía tocando día trás día, sabiendo que nunca lograría venderme alguna cosa, teníamos un pacto silencioso (el venía y yo atendía, aunque eso nos reportara a ambos más de una molestia y ningún beneficio). Aún así en más de una ocasión su visita fue inoportuna, hay que decirlo.
No sé exactamente cuando al Electrolux se lo tragó la tierra y no volvió más a mi casa. A mí me tragó la sociedad y empecé a tener horarios más normales, es decir, tampoco estuve para recibirlo. El pacto había terminado.
Las pocas veces que estoy en casa a las 10:00 am. y suena el intercomunicador, sigo esperando a mi amigo Electrolux, incluso he tenido la idea que si algún día regresa le compraré algunas bolsas de aspiradora (aunque yo no tenga una), pero mi espera ha sido en vano: ahora sólo viene gente a venderme religiones e ideologías.
lunes, 12 de noviembre de 2007
Las palabras y frases más odiosas para mí (I)
"Bonche", "papear", "pav@", "chévere cambur": Se trata de palabras de la jerga local de hace treinta años por lo menos, me dan ganas de vomitar. Si ud. no conoce la jerga actualizada, por favor, hable como la persona mayor que es y deje de hacerse el "moderno", porque lo que está es haciendo el tonto.
"Fascista", "golpista", "boliburgués", "agente de la CIA", "tarifado" y un largo etc: Estas palabrejas son usadas como insultos por los fanáticos de alguno de los bandos políticos nacionales. La mayoría de quienes las emplean, generalmente no tienen idea de su significado (en el caso de "fascista", por ejemplo) o de lo incoherentes que pueden llegar a sonar (Por ejemplo, llamar al carnicero "agente de la CIA"). Si ud. quiere insultar a alguien que piense distinto, mentarle la madre siempre es una buena opción.
"Hembra (s)": Según el diccionario online de la Real Academia de la Lengua Española, significa
cosas como animal del sexo femenino, pieza hueca, cola de caballo, delgado o flojo, etc. ¡Ah, y también significa mujer! Creo que es más que obvio por qué me cae tan mal el término, teniendo el castellano mil y un sinónimos para nombrar a una persona del sexo femenino, no entiendo por qué mucha gente utiliza la palabra "hembra" que es tan repugnante.
"Aperturar": Este verbo no existe, es un modismo acuñado en principio por los trabajadores bancarios (aperturar una cuenta, aperturar una agencia) que luego se esparciría como la peste entre personas idiotas que queriendo parecer cultas y formales hablan de "aperturar una puerta".
"Aquí nadie tiene corona": Esta frase es odiosa y punto, además que siempre está dicha con un tonito antipático por una gorda con voz chillona. No sé, creo que decir "aquí todos somos iguales" o "tenemos los mismos derechos" es mucho mejor, la gorda quizás podría llegar a tener algún amigo por primera vez en su miserable vida.
"La droga": Acá me molesta es la generalidad, es decir, "la droga mata", "eso tiene droga", y yo me pregunto ¡¿cuál droga?! Porque las drogas incluyen desde la cafeína hasta la heroína pasando por el metotrexato, y hasta ahora no conozco a nadie que se haya muerto por tomar mucho café y sí se de muchos que fallecen precisamente por no obtener los medicamentos correspondientes a alguna enfermedad que padecían (es decir, por no tomar drogas).
Luego colocaré otras, a medida que vaya recordándolas. De más está decir que no soporto las palabras mal pronunciadas ("nadien", "Grabiel", cambiar la L por R y viceversa) o mal escritas, la escritura tipo SMS, etc.
martes, 6 de noviembre de 2007
Lavaplatos
Mi abuela una vez tomó lavaplatos marca Brisol, no se dio cuenta que el vaso tenía jabón. Ante la angustia que esto le provocó, mi tía la tranquilizó diciéndole: “No te preocupes, la propaganda dice que Brisol corta la grasa en cinco segundos”, así que mi abuela botó burbujas por la boca contenta, con la esperanza que rebajaría algunos kilos.
En otra ocasión una prima metió las manos en una bolsa que estaba en el congelador y echó en su vaso lo que ella pensaba eran cubos de hielo, fue sólo después de terminar su refresco que notó que aquello no era hielo sino trozos de carne cruda.
Hace unos minutos me ha tocado a mí el turno de beber lavaplatos, la experiencia fue un tanto extraña, aunque suene como una locura no fue desagradable del todo, salvo por la sensación jabonosa en la boca. A diferencia de mi abuela, yo no tragué Brisol, así que no tengo la esperanza de adelgazar ni un gramo; a mí me tocó el lavaplatos MAS de mandarina (habrán otros de mejor sabor, pero no tengo ni la menor intención de comprobarlo).
jueves, 1 de noviembre de 2007
El hambre en el África y los grandes hipócritas
A mí este tipo de cosas me produce un disgusto que suelo describir como "una rabia que me entra por la columna", es decir, ¿acaso pensaban enviar su comida podrida a África? Bueno, no digamos que la iban a mandar ya descompuesta, pero ¿pensaban solucionar la hambruna de ese continente con media taza de arroz que les sobró del almuerzo? Tanta superficialidad, tanta hipocresía no puede menos que enervarme, porque veamos, si a alguno de estos personajes les interesara en lo más mínimo el tema del hambre, por lo menos donarían dinero a una ONG en lugar de lamentarse estúpidamente frente al basurero.
El argumento del hambre además suele ser utilizado para crear culpa en los niños que no se toman la sopa. Eso es sencillamente lo peor: Usar a unos niños (que bastante mal que están) para hacer sentir mal a otros niños. Por otra parte, el mencionado argumento también se emplea en muchos casos como justificación en aquellos que comen como cerdos, ellos dicen: Es que a mí no me gusta botar comida, con tantos niños muriendo de hambre en el África, o dicen ¿Cómo se va a perder esto? ¿Sabes cuántos niños mueren de hambre en África?
La verdad es que yo no tengo ni la más remota idea de cuántos niños (y adultos y ancianos) padecen inanición en África (y en el resto del mundo), lo único que se es que nuestra basura no va a salvarlos.
Gente que me cae mal
1. Los estúpidos que colocan en el retrovisor del carro los collares que les regalaron en alguna hora loca (la hora loca merece otro post) de alguna estúpida fiesta a la que asistieron. Primero, se ve marginal cualquier cosa guindada en el retrovisor (sí, yo tengo un rosario, pero me lo regaló mi abuela y después quién la aguanta si no lo ve puesto); y segundo y más importante: ¿a quién le importa saber si fuiste o no a tu fiestica y bailaste la conga? ¿ah? ¿ah?
2. Los idiotas que escriben con griffin en el vidrio trasero del carro: "de Barquisimeto pa´Margarita", o los cada vez más comunes "mi hijo es abogado", "mi hija es bachiller"... ¿Por qué esa gente no escribe "mi hijo salió del closet", o "me botaron del trabajo"? En realidad no creo que eso a nadie le importe ni más ni menos que el que su hij@ se haya graduado de médico neurocirujano.
P.D.: Mi abuela también merece otro post.
domingo, 28 de octubre de 2007
No me gusta que me miren el plato
No sé qué demonios quería decir con tan estúpida frase, no sé qué reacción esperaba, lo único que sé es que en ese momento imaginé que le ponía el fulano guisado por la cabeza, por entrépita.
Aquí estamos
En nombre de quién sea y de lo que sea, doy la más cordial bienvenida a todos aquellos que llegaron aquí buscando algo, y mi total agradecimiento a los que al no encontrar nada, siguieron leyendo.